En los últimos años, el campo de los exoplanetas (planetas alrededor de otras estrellas) ha sufrido un desarrollo difícilmente imaginable hace algunas décadas. Aunque no voy a entrar en detalles sobre cómo se detectan nuevos planetas (al menos no todavía, pero prometo que haré una entrada larguísima al respecto), hoy la muestra de posibles exoplanetas ha aumentado en uno: Kevin Stevenson y sus colaboradores han detectado un nuevo candidato, UCF-1.01, utilizando el Telescopio Espacial Spitzer.
El descubrimiento de UCF-1.01 fue hecho gracias a variaciones periódicas detectadas en la luz de una estrella llamada GJ 436, a partir de las imágenes del archivo de Spitzer. En un principio la idea de los autores era tratar de estudiar un planeta ya conocido, llamado GJ 436b, alrededor de dicha estrella, pero a cambio Stevenson y sus colaboradores encontraron estas variaciones en la luz de la estrella. Dichas variaciones se deben a algo denominado tránsitos, que son el análogo a un eclipse: cuando el planeta pasa entre nuestra posición y la estrella este oculta parte de la luz, y vemos que la luz de la estrella disminuye aunque no seamos capaces de "ver" el planeta. Cuando se encuentran variaciones de luminosidad periódicas alrededor de una estrella, se piensa en un planeta orbitando alrededor. Este método tiene otra ventaja, y es que además se puede determinar de manera aproximada el radio del planeta: gracias a esto sabemos que UCF-1.01 tiene un radio de unos 2/3 del terrestre.
Se conocen pocos planetas de tamaño terrestere o subterrestre (ya es difícil detectar planetas de por sí, pero dentro de estas dificultades es mucho más sencillo detectar planetas grandes que pequeños). Por esa razón, UCF-1.01 representa un importante descubrimiento. Además, su estrella huesped GJ 436 se encuentra a "sólo" 33 años luz, que en términos astronómicos es algo así como "a la vuelta de la esquina".
Hay que decir también que aunque UCF-1.01 tenga un radio similar al terrestre, esto no significa ni mucho menos que sea habitable: la distancia entre el planeta y su estrella es de tan solo siete veces la distancia Tierra-Luna (mucho más cerca que Mercurio del Sol), por lo que el planeta es extremadamente caliente: se estiman unos 600 ºC en su superficie. Uno de los co-autores del trabajo, Joseph Harrington, incluso planeta la posibilidad de que el planeta entero esté cubierto por lava.
Este tipo de descubrimientos son extremandamente importantes para el estudio de los exoplanetas: a pesar de no ser planetas "habitables", un conocimiento estadístico de las propiedades de los diferentes tipos de planeta es fundamental para entender el proceso de formación de los planetas en otras estrellas.
Y un último extra: los autores del estudio indican haber encontrado indicios de la presencia de otro planeta, UCF-1.02, ¡alrededor de la misma estrella!
Impresión artística de UCF-1.01.
Créditos: Spitzer/ NASA
Para saber más:
- Nota de prensa del descubrimiento en la página web de Spitzer (en inglés)
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