En Noviembre del 2008, la joven estrella llamada HR 8799 (a 130 años luz de la Tierra) saltó a las noticias como una de las primeras estrellas, junto con la conocida como Fomalhaut, en las que se pudo tomar una imagen que revelase directamente la existencia de planetas orbitando a su alrededor.
Integrantes del equipo Spitzer (un telescopio infrarrojo de la NASA orbitando alrededor del Sol) dirigieron recientemente el telescopio para tratar de captar algo más de información sobre dicha estrella (concretamente, sobre el disco de polvo que la rodea). Aunque este proceso se había llevado a cabo con Fomalhaut, ésta se encuentra a "tan sólo 25 años luz" (HR 8799 está cinco veces más lejos) y no estaban seguros de que se pudiesen obtener datos relevantes a semejante distancia.
Sin embargo, las observaciones han sido un éxito: una enorme nube de polvo rodea el disco planetario, algo poco inusual. La explicación es que la gravedad de los tres planetas está arrojando fuera del sistema gran cantidad de pequeños cuerpos que colisionan entre sí, desprendiendo gran cantidad de polvo.
Esto, que a primera vista puede parecer una mera curiosidad, se convierte en algo mucho más interesante si nos paramos a pensar por un momento: durante la formación de nuestro Sistema Solar, el estado era muy similar al que se encuentra hoy en HR 8799. Gran cantidad de pequeños cuerpos rondaban por el espacio, mientras los gigantes Júpiter y Saturno, iban desviando por el efecto de su gravedad dichos cuerpos, expulsándolos más allá de la órbita de Plutón o modificando su órbita, a veces incluso provocando colisiones contra la Tierra. Hoy en día, sabemos que más allá de los planetas se encuentra el Cinturón de Kuiper, una nube de objetos que de vez en cuando entran en el Sistema Solar debido a la atracción del Sol, convirtiéndose en lo que conocemos como cometas. Además, esta interacción también proovocó que poco a poco, las órbitas de los propios Júpiter y Saturno se viese ligeramente afectada.
Sin embargo, las observaciones han sido un éxito: una enorme nube de polvo rodea el disco planetario, algo poco inusual. La explicación es que la gravedad de los tres planetas está arrojando fuera del sistema gran cantidad de pequeños cuerpos que colisionan entre sí, desprendiendo gran cantidad de polvo.
Esto, que a primera vista puede parecer una mera curiosidad, se convierte en algo mucho más interesante si nos paramos a pensar por un momento: durante la formación de nuestro Sistema Solar, el estado era muy similar al que se encuentra hoy en HR 8799. Gran cantidad de pequeños cuerpos rondaban por el espacio, mientras los gigantes Júpiter y Saturno, iban desviando por el efecto de su gravedad dichos cuerpos, expulsándolos más allá de la órbita de Plutón o modificando su órbita, a veces incluso provocando colisiones contra la Tierra. Hoy en día, sabemos que más allá de los planetas se encuentra el Cinturón de Kuiper, una nube de objetos que de vez en cuando entran en el Sistema Solar debido a la atracción del Sol, convirtiéndose en lo que conocemos como cometas. Además, esta interacción también proovocó que poco a poco, las órbitas de los propios Júpiter y Saturno se viese ligeramente afectada.
Todo esto viene a decir que, a 30 años luz de distancia, en la estrella HR 8799, se encuentra una especie de "viaje en el tiempo", una estrella en el que están ocurriendo los procesos que tuvieron lugar aquí, en el Sistema Solar, hace aproximadamente 4.500 millones de años. Una vía para entender mejor la formación de nuestro planeta y los que nos rodean. Pero esta vez, en vivo y en directo.
Disco de polvo en HR 8799.
El tamaño del disco es increíblemente grande, de unas 2000 veces
el radio de la órbita de la Tierra.
El punto que aparece marcado es la representación
del tamaño de la órbita de Plutón.
El tamaño del disco es increíblemente grande, de unas 2000 veces
el radio de la órbita de la Tierra.
El punto que aparece marcado es la representación
del tamaño de la órbita de Plutón.
Fuente: NASA
Para leer más:
- Página de la noticia en NASA (en inglés)
- Página de la fotografía del equipo Spitzer (en inglés)
7 comentarios:
Espero que algún dia descubras un planeta y lo llames Hexoplaneta xD
Uff 130 años luz... si ya da palo ir al gimnasio que está a 15 minutos andando imagínate ir ahí.
Me temo que tendríamos un problema...a los planetas que no se encuentran en nuestro sistema solar se les denomina exoplanetas, y con eso de que la h no se pronuncia...
Eh, pero lo del gimnasio es totalmente cierto xD. De todos modos, no puedes compararme ir al gimansio con i a 130 años luz...normal que lo del gimnasio de mucha más pereza, tienes que ir andando!xD
A saber cuanta masa involucran estas nubes con respecto a la estrella
saludos
Eh, por eso mismo lo decía. Así te será más facil llamarlo Hexoplaneta sin despertar sospechas sobre el origen del nombre. Lo tomarán como una errata. Pero creará una moda entre los astrónomos, y al final todos los planetas fuera de este sistema solar se llamarán Hexoplanetas. Y en su debido momento yo reclamaré mi soberanía sobre todos ellos y me alzaré como el único e indiscutible emperador galáctico.
Ahora no me digas que no es el mejor plan de la conquista del espacio que has oído jamás...
Iñigo, probablemente no suponga absolutamente nada comparado con la masa de la estrella. Por lo menos en el caso del Sistema Solar, el 99,99% de su masa está constituído por el Sol...claro, que en otros lugares el asunto puede ser muy diferente. Una buena pregunta, no se me había ocurrido ;)
Hexo, conquistar el Universo gracias a una errata...hm...¡brillante!. Sólo has cometido un fallo...me has contado tu plan del mal, y ahora ya lo conozco. Me recuerda un poco a las películas de superheroes/espías, esas en las que el malo ha capturado al bueno y le cuenta cómo va a dominar el mundo, y luego se marcha de la habitación para que el bueno se escape tranquilamente y le detenga.
Trato hecho si me llevo la mitad del Universo.
(Ouch! vaya desliz...) Ejem... Hijo mío, juntos dominaremos la galaxia.
Siempre quise dominar la galaxia en una nave con cristales tintados, llantas de aleación, neones, y dos altavoces con la Marcha Imperial a todo meter (sí, sé que en el espacio no se escucharían, pero da igual). Nada nada, que se preparen estos rebeldes.
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