Como he dicho, esta entrada no parece estar relacionada con los temas que suelo tratar aquí. Sin embargo, tengo la impresión de que aquí hay algo de miga.
Pero no publico esta noticia porque Steve haya sido un hombre de éxito, sino por la manera en que alcanzó el éxito. Fue una persona apasionada y curiosa, que nunca dejó que las dificultades le impidiesen hacer lo que realmente quería hacer y no se amoldó a los dogmas. Exactamente lo mismo que debería buscar la ciencia: conocimiento por encima de creencias, corrientes de pensamiento o filosofías. Los puntos de vista preestablecidos, las ideas arcaicas y polvorientas o el miedo a nuevas interpretaciones sólo llevan a la ralentización y estancamiento. Las teorías revolucionarias siempre han chocado de bruces con fundamentalistas y conservadores que no son capaces de aceptar las nuevas ideas simplemente porque son diferentes. Ahora bien, debemos tener esto en cuenta no solo a la hora de aceptar nuevas teorías, sino a la hora de crearlas. Explicamos nuevos fenómenos basándonos en lo que ya sabemos como si este conocimiento previo fuese absolutamente cierto. Nada más lejos de la realidad.
Tengamos siempre presente que lo que sabemos no lo sabemos tanto. Poner en duda lo que sabemos es la única manera de aprender más.
Para terminar, os dejo con el discurso que dió Steve Jobs en la graduación de estudiantes de Stanford. Curiosamente...él nunca llegó a terminar la universidad. Una joya.
Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición.
Mantente hambriento. Mantente insensato.
Haremos lo que podamos Steve. Descansa en paz.
0 comentarios:
Publicar un comentario