Cómo probar la actividad solar por ti mismo

14/7/12
Durante los últimos meses, se ha ido volviendo más frecuente escuchar noticias sobre erupciones solares, poderosas tormentas, y los nocivos efectos que esto puede tener en la tecnología (además de un montón de estupideces curiosas teorías sobre el fin del mundo). No voy a entrar mucho en detalle al respecto porque no es la intenión de esta entrada, pero de todos modos recordaremos algún concepto. Las erupciones solares, eyecciones de masa coronal, fulguraciones y demás fenónemos que tienen lugar en el Sol no son exactamente lo mismo (tenéis mucha más información en la entrada sobre nuestra estrella), pero tienem un resultado bastante similar: una gran cantidad de radiación electromagnética y partículas a velocidades muy elevadas (por ejemplo protones y electrones) son lanzados al espacio. Y si tenemos la mala suerte de que la Tierra se encuentre en la trayectoria de todo este material, los satélites y las comunicaciones pueden verse afectados (incluso componentes electrónicos en "el suelo" si la tormenta es suficientemente intensa). 

Unos rayos cósmicos de nada...
En esta imagen, el círculo blanco representa el tamaño del Sol.
Créditos: NASA/SOHO 


Aunque por supuesto no hay que menospreciar el poder el astro rey, tampoco hay que seguirle el rollo a los conspiranoicos acabamundos: la Tierra no se va al garete. Es completamente cierto que el Sol está experimentando un período de mayor actividad, pero todo esto es normal, ya que el Sol tiene ciclos de actividad, parecidos a las estaciones en la Tierra (pero con duraciones de unos 11 años en el caso del ciclo principal, y mucho más para el resto de ellos). En este momento el Sol está acercándose a su etapa más activa, y por eso tenemos continuamente noticias sobre nuevas tormentas y explosiones en nuestra estrella.

Un buen indicador del nivel de actividad del Sol son las manchas solares que aparecen en la superficie del Sol. Estas manchas son zonas más frías situadas en la superficie solar, con un intenso campo magnético y que tienen la apariencia de "puntos negros". Su mecánica es bastante compleja y tiene mucho que ver con los movimientos del material en el interior del Sol, pero para lo que quería comentaros hoy sólo necesitamos saber que el hecho de que el Sol presente manchas quiere decir que hay actividad.

¿Y por qué es interesante esto? Porque nosotros mismos podemos comprobar si el Sol está activo. Y para ello no necesitamos más que las típicas gafas que se utilizan para ver los eclipses, y una cámara compacta (ni siquiera es necesario que sea demasiado buena).

ATENCIÓN: cada vez que apuntemos cualquier sistema óptico al Sol hay que tener muchísimo cuidado. Lo que estos sistemas hacen es, al fin y al cabo, concentrar toda la luz en un punto (por ejemplo, en un cámara se envía la luz al sensor), y podemos freir completamente el instrumento en un suspiro. ¡Ni qué decir tiene de los problemas de mirar directamente al Sol, o incluso peor, mirar al Sol a través de una cámara sin filtro!

El proceso es tan simple que no merece la pena detallarlo: simplemente se coge la cámara (en mi caso, una Fujifilm FINEPIX F70 EXR de 5 megapíxeles, ninguna joya), se le pone el filtro de las gafas delante del objetivo SIEMPRE ASEGURÁNDONOS DE QUE ESTE SE CUBRE POR COMPLETO y a por el Sol. Nótese que no estoy hablando de telescopios ni teleobjetivos enormes (en el caso de esta compacta, tiene un zoom x10). Y aquí tenéis el resultado.




Foto tomada el 13/07/2012 a las 15:25 UTC.

Aparecen un par de puntos negros en la zona central/derecha (uno más oscuro en la zona central, y una pequeña "línea" un poco más abajo y a la derecha), pero seguro que estáis pensando que el objetivo de la cámara estaba sucio (malvados). Veamos si es verdad echándole un ojo a una foto del Sol del mismo día tomada como dios manda.


Imagen tomada el 13/07/2012 a las 20:00 UTC 
por el Observatorio de Dinámica Solar SDO.
Créditos: NASA/SDO.


De acuerdo, no hemos conseguido hacerlo mejor que el SDO, pero también es cierto que con material de andar por casa hemos logrado una fotografía de un fenómeno astronómico impresionante y que además demuestra que efectivamente, el Sol está activo estos días.

Hay que decir que este grupo de "manchitas de nada" conocido como AR1520 tiene un tamaño de aproximadamente 11 veces la Tierra, y el 6 de Julio de este año produjo una fulguración de clase X 1.1, uno de los niveles más altos que se han medido. Y de paso, produjo algunos problemillas en las emisiones de radio. La primera imagen de esta entrada muestra una animación de dicha fulguración. Tenéis una página entera sobre este grupo en la imagen astronómica de hoy.


Imagen de una mancha solar tomada
por el telescopio japonés Hinode.


Para saber más:
- Noticia de la fulguración solar de clase X 1.1 en la página web de NASA (en inglés)
- Página web del SDO (a pesar de estar en inglés merece muchísimo la pena entrar y husmear un poco, hay unas fotos impresionantes)

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

señor, señora, muy buena su pagina pero hay algo que aqui no esta, cada once años hay tormentas solares, pero cada once mil años son sumamente fuertes y pueden afectar nuestro campo electromagnetico y nuestro nucleo, lo que cual podria gatillar un reverso de polos magneticos, esto esta documentado en antiguos escritos egipcios, y no es ningun invento, ellos dejaron todo escrito para alertarnos porque ellos ya lo habian pasado, son ciclos del universo,esto ud lo encontrara en el cielo de dendera, en egipto, en antiguos escritos de sacerdotes egipcios, y en libros como los de albert slosman, muchas gracias.

Álvaro Ribas dijo...

Hola Anónimo,

verás, lo cierto es que yo no creo que sea así y tengo motivos para no creerlo:

- por un lado, los supuestos ciclos que comentas tienen una duración de 11.000 años. En el caso de que estemos sufriendo el máximo de uno de ellos, el máximo anterior debió de producirse hace unos 11.000 años (es decir, hacia el 9.000 a.C.). Sin embargo, los egipcios aparecieron hacia el 3.200 a.C., así que durante toda su civilización el Sol estuvo en la etapa de "reposo".

- además, los egipcios no tenían ningún tipo de tecnología eléctrica. Es muy improbable que pudiesen detectar un cambio en la actividad solar sin notar sus efectos en una red de telecomunicaciones, aparatos electrónicos,...

- es cierto que cada cierto tiempo se producen cambios en la polaridad del campo magnético terrestre, pero ni mucho menos este efecto está asociado a variaciones en la actividad del Sol: los estudios científicos apuntan más a pequeños cambios caóticos en el campo magnético terrestre.

- por último y principalmente: no existe ninguna evidencia científica de la existencia de estos ciclos.

Entiendo perfectamente la "magia" detrás de este tipo de profecías, historias arcanas y códices incunables, pero debemos de ser consciente de lo que son: sólo eso. La mayor parte de estas historias no son ciertas ni siquiera en sus fuentes. Pero más aun, debemos de pensar si realmente es posible lo que estas historias cuentan. Esta en concreto parece muy muy poco probable,

Gracias por tu visita!

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