Mercurio

3/10/09
Y ahora, los planetas. Como siempre, empezando por el principio nos encontramos con...


Mercurio, desde la sonda MESSENGER.

Mercurio es el planeta más cercano al Sol, y el primero de los planetas rocosos (es decir, aquellos con una superficie sólida, no gaseosa). También es más pequeño de todos, a excepción de los planetas enanos. Orbita a tan sólo una cuarta parte de la distancia Tierra-Sol (unos 57.894,376 km), y tiene diez veces menos masa que nuestro planeta. Su radio, de unos 2.600 km, es un poco menos que la mitad del terrestre. Además, posee la órbita más excéntrica (achatada) de todos los planetas del Sistema Solar (exceptuando a Plutón, pero éste es más bien rarito, y desde hace poco ya no es un planeta).


Comparación de los tamaños de Mercurio y la Tierra.

En cuanto a su composición, Mercurio está formado de aproximadamente un 70% de elementos metálicos, y un restante 30% de silicatos. Esto le convierte en el segundo planeta más denso de todo el Sistema Solar, un poco más pequeña que la terrestre. De aquí se deduce que su núcleo, donde se encuentran dichos elementos metálicos, debe ocupar gran parte del volumen total del planeta. Mediante cálculos, se estimó que ocupa más o menos tres cuartas partes del radio y un 40% de todo el volumen. Por encima de él encontramos un manto muy pequeño en comparación con dicho núcleo (el manto tiene tan sólo 600km de grosor). Por último, tenemos la corteza, de entre 100 y 200 km de grosor, cubierta por líneas escarpadas, que se cree que aparecieron durante la formación del planeta: cuando el núcleo y el manto se enfriaron y se contrajeron, la superficie, aún caliente, se "arrugó" dando lugar a los denominados escarpes. Además, hay que destacar lo mucho que se parece la superficie de Mercurio a la lunar: si os fijáis en las fotos, la encontraréis cubierta de cráteres y cicatrices. Uno de los factores más importantes que explica este hecho es la ausencia casi total de atmósfera que pueda desintegrar los meteoritos, dejándole completamente expuesto a los impactos. Además, Mercurio fue un planeta volcánicamente activo, así que podemos encontrar fallas o planicies con menos cráteres de lo esperado debido a que la lava cubrió las irregularidades y se enfrió, formando una "nueva superficie".



Cordillera de Antoniadi, sobre la superficie de Mercurio.

Curiosidades sobre Mercurio:

· Seguramente el dato más interesante sobre Mercurio es que constituye una importante prueba de la Teoría de la Relatividad General (atención, este enlace puede provocar colapso cerebral). Lo primero de todo, es necesario explicar que Mercurio sufre un avance anómalo del perihelio de su órbita. Esto, que suena a enfermedad terminal, se ve perfectamente en el siguiente dibujo.


Es decir, que el movimiento de Mercurio no es siempre el mismo. Se mantiene en el mismo plano, pero su órbita, además del propio planeta, va girando poco a poco alrededor del Sol. Esto se debe a la influencia gravitatoria del resto de los planetas, que no es despreciable. Bien, pues el matemático francés Joseph Le Verrier logró, allá por la segunda mitad del siglo XIX, hacer los cálculos introduciendo estas perturbaciones (un trabajo nada sencillo), y obtuvo un valor del desplazamiento del perihelio de 574 segundos de arco por siglo. Pero cuando se pudieron hacer observaciones directas sobre el planeta, oh oh, los cálculos no cuadran. El desplazamiento experimental que se midió fue de 531 segundos de arco por siglo. Todo esto llevó a pensar en la existencia de un planeta entre Mercurio y el Sol, al que se llamó Vulcano. Hacía poco que se había descubierto a Neptuno utilizando las perturbaciones en la órbita de Urano, y se puso mucho interés en este nuevo planeta. Sin embargo, nunca llegó a descubrirse. En 1915 Albert Einstein presentaba la Teoría de la Relatividad General, que lograba explicar, gracias a la deformación en el espacio-tiempo producida por el Sol y el resto de planetas, los 43 grados que sobraban en los cálculos.

· Mercurio es uno de los cuerpos del Sistema Solar más difícil de observar directamente, ya que debido a su proximidad al Sol, el brillo del astro oculta al planeta.

· Durante mucho tiempo, se pensó que Mercurió tenía una rotación sincrónica, es decir, que siempre mostraba la misma cara al Sol (como ocurre en el sistema Tierra-Luna). Sin embargo, más tarde se descubrió que no era así: el "año de Mercurio" es de 88 días terrestres(tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del Sol), y su día dura 58,5 días terrestres (tiempo que tarda en dar una vuelta sobre si mismo). Es decir, están en relación 3/2. Como el planeta es difícilmente observable (por lo dicho anteriormente de su proximidad al Sol), así que se aprovechaba para medir en los momentos favorables, que coincidían siempre con el momento en el que Mercurio mostraba la misma cara.

· Como Mercurio orbita más cerca que la Tierra del Sol, se le puede observar pasar por delante de la estrella. A esto se le llama tránsito de Mercurio.


Tránsito de Mercurio el 8 de Noviembre de 2006.

· Mercurio es el planeta más cercano al Sol, por lo que las diferencias de temperaturas entre la zona iluminada y la oscura son enormes. De día pueden alcancarse los 400ºC en la superficie, de noche la temperatura baja hasta los -100ºC. Esto provoca que la corteza del planeta se raje, llenando la superficie de "cicatrices". Sin embargo, en algunos cráteres profundos y zonas que nunca quedan directamente expuestas a la luz solar, se cree que puede existir agua (se han descubierto indicios mediante radar, aunque no es la única explicación posible a los datos obtenidos). No obstante, en dichos "agujeros" no habría más de una tonelada de esta sustancia, que en el caso de que realmente se encontrase allí, o se habría condensado del interior del planeta o habría llegado a él gracias a impactos de cometas.

·Si viviéseis sobre la superficie de Mercurio, podríais observar uno de los efectos más fascinantes de todo el Sistema Solar: en un momento dado (cuando la velocidad de rotación se iguala a la de la órbita alrededor del Sol), podríais ver como el Sol se detiene en el Cielo nada más salir, vuelve a esconderse en el horizonte por donde ha entrado, y vuelve a salir como si nada. A este fenómeno se le conoce como amanecer doble.


Compártelo: | | | | | |

0 comentarios:

Publicar un comentario